Escuela Nº 88 José de San Martín

En una primera instancia el proyecto se desarrolla en el marco de una secuencia que integraba las áreas de Lengua y Ciencias Sociales, mediante la escritura de textos narrativos, en este caso se eligió el formato textual diario.  Consistía precisamente en realizar un fragmento –de siete días- del diario de un viajero, este viajero debía ser un personaje de la época en la que se estaba conformando el Estado Argentino, ya que desde el área de Sociales se abordaba todo lo relacionado con la historia de esos personajes y lo acontecido en ese periodo.

Mientras llevábamos a cabo la secuencia se presenta la posibilidad de participar en la elaboración de libros artesanales, lo que nos vino genial. Ya que de esta manera, concluiríamos de una forma “diferente” la secuencia. Inmediatamente se charla con los estudiantes y se les comenta de qué se trataba esta propuesta. Ellos se entusiasmaron enseguida y comenzaron a ver posibilidades acerca de los materiales a utilizar, previendo un montón de cuestiones como la accesibilidad a ellos que a veces puede no resultar fácil…

El proceso fue bastante intenso pero muy productivo, durante la etapa de escritura se trabajó primero en la carpeta con borradores, cuando se consideró que los escritos estaban medianamente bien, como para ser trasladados  a la computadora,  se llevó a cabo el traspaso de formato papel a digital. Pero acá no acabó el proceso de revisión de escritura, sino que por el contrario continuamos mejorando el escrito  hasta concluir con la versión final. Se observó en este proceso que, en algún punto, para ellos fue algo “pesado”, pero supieron sobrellevar la situación y aceptar cada una de mis sugerencias, siempre entendiendo que era para enriquecer las producciones ¡unos genios/as!

En el proceso de escritura se pudo observar que si bien la mayoría estaban entusiasmados/as, no eran todos. Por distintas razones, pero no era la totalidad de los grupos. Por este motivo surge la idea de que, esos estudiantes, puedan elegir un tema de interés y realizar a partir de él, el texto. Que iba a ser el mismo formato solo que sin condicionamiento. Se charla con la directora de la escuela y ella acepta la propuesta, ya que se entiende que las secuencias y/o propuestas áulicas  deben atender a la diversidad y pueden ser modificadas si es necesario, en este caso fue necesario. Y fue muy productivo ya que esos estudiantes pudieron llevar a cabo las actividades con éxito.

Casi al finalizar los textos comenzamos a elaborar la tapa del libro ¡fue todo un tema! En algunos casos tuvimos que rehacer lo que se había hecho, cambiar el material, etc. Teníamos mucha presión encima, nos autoexigimos todos y eso era realmente placentero: verlos tan interesados/as, entusiasmados/as con lo que estaban haciendo, como docente me llenaba el alma. Terminaba la mañana agotada pero muy satisfecha y en algún punto a ellos les pasó lo mismo.